Dentro de la familia de los switch existen dos vertientes, los gestionados y los no gestionados
- No gestionado: Se caracterizan por poseer un funcionamiento de manera automática y por no permitir realizar o modificar sus parámetros de configuración. Son los empleados comúnmente en las redes domésticas.
- Gestionados: Permiten acceder a ellos para realizar modificaciones y programaciones diferentes a las que vienen por defecto. Esto proporciona una mayor flexibilidad ya que el switch permite realizar monitorizaciones y, además, realizar ajustes de manera local o remota.